La Biblia dice en 2ª Corintios 12: 9-10:
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.
Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en
afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil,
entonces soy fuerte".
Reflexión:
Ser débil, significa rendirse ante él, humillarse y disponerse a hacer lo que él diga. Significa negarse a si mismo, tomar su cruz y seguirlo (obedecerlo). Lucas 9:23: "Y decía
a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada
día, y sígame"
¿Has experimentado que cuando estamos en angustias, estamos pidiendo al SEÑOR que
haga su voluntad... que nos ayude, que nos saque del apuro, que nos resuelva? Allí le
decimos sea como tú quieras SEÑOR. Pues bien, hagamos lo mismo sin esperar estar
en angustias.
Al ser débil, las decisiones tienen dos partes: lo que hago yo y lo que hace mi Padre.
YO: busco su voluntad para mi vida, pero depender de él.
MI PADRE: Me dará a conocer su voluntad, porque así lo ha prometido.
Esta verdad debes mantenerla presente mientras escudriñamos en la palabra para
conocer y hacer su voluntad. Como anhelamos tener al mejor guía personal que nos
guíe, sin dudas, para poder decir: “..me guiará por sendas de justicia por amor de su
nombre” ¿Recuerdas el muy conocido salmo 23?
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